La anchoa es uno de los pescados ricos en aceites omega-3. (Foto: NOAA/FIS)
Los ácidos omega-3 podrían producir más beneficios de lo pensado
ESTADOS UNIDOS
Monday, January 27, 2014, 22:50 (GMT + 9)
Un estudio sobre los efectos metabólicos de los ácidos grasos omega-3, y en especial del DHA, concluye que estos compuestos pueden tener una gama aún más amplia de impactos biológicos de los que se consideraban hasta ahora, y sugiere que podrían ser de gran valor en la prevención de la enfermedad del hígado graso.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad Estatal de Oregón y otras instituciones, es una de las primeras de su tipo en utilizar la "metabolómica", un análisis de los metabolitos que reflejan los muchos efectos biológicos de los ácidos grasos omega-3 en el hígado. También explora los desafíos que enfrenta este órgano respecto de la "dieta occidental", que cada vez está más vinculada a inflamaciones del hígado, fibrosis, cirrosis y, a veces, a insuficiencia hepática.
Los hallazgos, que los investigadores califican como sorprendentes, se publicaron el mes pasado en PLOS One.
Los suplementos de DHA, utilizados en niveles prescriptos para reducir los triglicéridos en sangre, parecen tener muchos efectos no previstos. Se observaron cambios en el metabolismo de las vitaminas y los carbohidratos, la función de las proteínas y los aminoácidos, así como en el metabolismo de los lípidos.
La suplementación parcial o total con DHA previno el daño metabólico a través de esas vías a menudo vinculado a la “dieta occidental”, caracterizada por el consumo excesivo de carnes rojas, azúcar, grasas saturadas y granos procesados.
"Nos sorprendió encontrar que tantos procesos biológicos están afectados por los ácidos grasos omega-3", dijo Donald Jump, profesor en la facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de la OSU. "En la mayoría de los estudios sobre estos nutrientes se encuentran efectos sobre el metabolismo de los lípidos y la inflamación."
"Nuestro análisis metabolómico indica que los efectos de los ácidos grasos omega-3 van más allá de eso, e incluyen el metabolismo de carbohidratos, aminoácidos y vitaminas", agregó.
Los ácidos grasos omega-3 han sido objeto de muchas investigaciones recientes, a menudo con resultados y afirmaciones contradictorias. Los investigadores de la OSU creen que estos resultados contradictorios podrían estar relacionados con la cantidad de suplementos utilizados y la abundancia relativa de dos omega-3 comunes: DHA y EPA. Los estudios en la OSU han llegado a la conclusión de que el DHA tiene mucho más capacidad que el EPA para prevenir la formación de metabolitos dañinos. En un estudio, se halló que la suplementación de DHA reduce las proteínas implicadas en la fibrosis hepática en más de un 65%.
Estos esfuerzos de investigación, hechos con animales de laboratorio, utilizaron un nivel de administración de suplementos de DHA que equivaldría a aproximadamente 2-4 gramos por día para una persona promedio. En la dieta, la fuente más común de DHA son los pescados grasos, como el salmón, la caballa o las sardinas.
Las investigaciones más recientes están empezando a descifrar los procesos específicos por los cuales se producen estos cambios metabólicos. En todo caso, los resultados sugieren que el DHA puede tener aún más valor para la salud de lo que se pensaba anteriormente.
"Se han realizado muchos trabajos sobre la enfermedad del hígado graso, y apenas estamos empezando a explorar el potencial del DHA para prevenir o retardar la progresión de la enfermedad", explica Jump, quien también es investigador principal en el Instituto Linus Pauling de la OSU.
"Los aceites de pescado, un suplemento común utilizado para proporcionar omega-3, tampoco se prescriben para regular los niveles de glucosa en sangre en pacientes diabéticos", observó. "Sin embargo, nuestros estudios sugieren que el DHA puede reducir la formación de metabolitos dañinos de glucosa relacionados con las complicaciones diabéticas."
Tanto la diabetes como la enfermedad del hígado están aumentando constantemente en Estados Unidos.
La American Liver Foundation estima que alrededor del 25% de la población del país, y el 75% de aquellos que son obesos, tienen la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Esto puede derivar en la esteatohepatitis no alcohólica, cirrosis y cáncer.
Este estudio establece que el blanco principal del DHA en el hígado es el control de la inflamación, el estrés oxidativo y la fibrosis, que son las características de los problemas en el hígado más graves progresivamente. Los ácidos grasos omega-3 parecen evitar que las células respondan y resulten dañadas por lo que está causando la inflamación.
Fuente: Universidad Estatal de Oregón
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