Buque potero chino operando fuera de las 200 millas de Argentina (Foto:Revista Puerto)
El Atlántico sur requiere acciones urgentes y la simulación conspira en su contra
ARGENTINA
Friday, December 04, 2020, 08:00 (GMT + 9)
Tanto desde el punto de vista biológico como de los derechos humanos lo que sucede en el Atlántico Sur es inconcebible; pero los países de la región solo simulan estar interesados en revertirlo. El sector privado, la ciencia y las organizaciones civiles organizadas pueden generar el cambio.
Se realizan conferencias con especialistas de todo el mundo que advierten sobre el impacto que ya está generando el cambio climático en las especies pesqueras, pero todo sigue manejándose por los mismos carriles que hace cuarenta años. Se pesca todo lo que se puede y más dentro de las zonas económicas exclusivas y se ignoran muchas recomendaciones de protección. La pesca en áreas internacionales es directamente obscena: matanza de especies comerciales amenazadas en su sustentabilidad y pesca indiscriminada de especies en riesgo de colapso, sin que nadie le ponga coto. No solo se pescan especies amenazadas y protegidas, sino que existen acabadas pruebas de violaciones aberrantes de los derechos humanos, como la esclavitud. A ello debe sumarse el avance de la industria petrolera en los espacios oceánicos, que aporta una mayor perturbación en el ambiente. Los Estados de la región parecen no comprender la magnitud del problema y la unión entre el sector privado, la ciencia y las organizaciones civiles puede ser la única vía posible para ensayar alguna solución.
En la Argentina se sobrepasan solapadamente las capturas máximas porque a pesar de tener legalmente todo muy bien ordenado, muchas normas son violadas sistemáticamente hasta con paraguas aprobados por las propias autoridades pesqueras. La investigación carece de presupuesto, los biólogos cobran sueldos de pobreza y los barcos con tecnología de punta operan muy por debajo de sus potencialidades por falta de dinero para mantener activas las campañas.
Solo las campañas financiadas por el sector privado han logrado en los últimos años mantener la serie histórica de especies como el langostino y la vieira, después de más de una década sin datos. Con el resto de las especies, desde hace décadas, se hacen malabares matemáticos para tratar de dar herramientas de manejo a las autoridades y las recomendaciones precautorias, por imposición de la falta de información, son muchas veces pasadas por alto.
Por otra parte, los datos crudos de la investigación pesquera no son compartidos con el resto de la comunidad científica; y otras instituciones e investigadores se ven privados de avanzar en el estudio del ambiente. Ello impide tener una visión más acabada de la dimensión que tiene en los ecosistemas marinos el cambio climático y la acción del hombre. La noticia, generada desde el CONICET, de que el Frente del Talud se está reduciendo por un desplazamiento de la corriente de Brasil, vino a mover el tablero (ver En Argentina no existen estudios que relacionen pesquería y cambio climático).

El INIDEP debe ser el único organismo de Investigación Pesquera Estatal a nivel mundial que produce información y luego no las comparte en forma pública
Argentina tiene un orden establecido regido por el principio precautorio que solo debe cumplirse, eso depende de los funcionarios. Si ellos conceden ir contra las normas no habrá quien las cumpla.
La pesca debe ser ejemplar en el acatamiento de las normas, lograr certificaciones de calidad y sustentabilidad, para poder enfrentarse a un grave problema que la amenaza, las explotaciones petroleras offshore. El avance de la exploración sísmica puede tener graves consecuencias sobre especies comerciales si se produce en áreas y épocas de desove, lo cual solo puede evitarse si esa actividad se rige por los más altos estándares de sustentabilidad, algo que no acontece en absoluto. El trabajo exploratorio se maneja por declaración jurada e informes de consultoras pagados por las empresas petroleras.

Marcas de radar tomadas desde un avión indicando la posición de buques extranjeros pescando por fuera de la ZEE Argentina (Foto: gentileza PNA)
Las exploraciones sísmicas pueden frenarse únicamente con el avance de la protección de los océanos y es en este punto donde los científicos, ambientalistas y empresarios pesqueros tiene su punto de encuentro dentro de la Zona Económica Exclusiva. Solo la unión puede hacer fuerza ante la poderosa industria petrolera y el Estado, que parecen no preocuparse por los impactos ambientales, económicos y sociales que pueden generar. En Brasil y Uruguay existe el mismo problema.
Pero hay además otro problema para la pesca tanto o más grave que las exploraciones sísmicas: la pesca ilegal o no reglamentada y declarada (INDNR-IUU) que se practica en aguas internacionales adyacentes al Mar Argentino. Acá existe otro punto de encuentro entre la pesca, los científicos y los ambientalistas, a la que debieran sumarse los Estados.

Flotas extranjeras pescando calamar por fuera de la ZEE Argentina (Foto: gentileza PNA)
En los últimos años Argentina ha capturado un promedio anual de tres barcos ilegales dentro de su jurisdicción, con un muy deficiente control de la frontera marítima, de lo que puede inferirse que el número de barcos que ingresa es muy superior. De hecho, a principio de año unos cien barcos asaltaron nuestra plataforma marítima, situación que el gobierno intentó negar a pesar de los registros satelitales con los que se contaba (ver 95 barcos pescando ilegalmente en el Mar Argentino).
En el Atlántico Sur operan aproximadamente 600 barcos que pescan sin ley y sin control. En esta región un solo país ha adherido al acuerdo del Estado Rector del Puerto de la FAO, por lo tanto es el único con capacidad de generar una lista de barcos ilegales o sospechados de ilegalidad, denunciándolos ante los organismos internacionales. Ese país es Uruguay; pero lejos de ocupar el lugar de guardián de la sustentabilidad, hace usufructo de esta flota como su mayor proveedor de bienes y servicios.(continua...)
Autor: Karina Fernandez / Revista Puerto | Lea el articulo completo haciendo clic en el link aqui
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